miércoles, enero 27, 2010

Lecciones de vida (5). La importancia de decir ¡Adios!

Jon tenía 21 años cuando murió. Tras 8 años de tratamientos y peleas el tumor cerebral que padecía acabó con su vida. Una vida vivida con intensidad y una enfermedad que no impidió que comenzara a estudiar Magisterio. Jon cuidaba de sus padres y de su hermana tanto como ellos de él, lo hacía con una sonrisa que era contagiosa. Los últimos días permaneció sedado, sin embargo en su último aliento abrió los ojos y les dijo a sus padres y hermana, que lo abrazaban en ese instante, “¡Adiós!”. Sin duda este fue su último regalo y su manera de despedirse conscientemente. Jon nos habla del amor que las personas enfermas tienen a los que les cuidan y su preocupación por ellas y su final nos abre la puerta al misterio del final de la vida.

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En memoria de quienes hemos dejado ir. Nos resistimos. No queremos aceptarlo. No queremos perder. Nos asusta el dolor. Y sin embargo, la mue...