UN ENFOQUE DESDE LA ATENCION PRIMARIA
El desarrollo de la Atención Primaria ha supuesto en nuestros Sistemas de Salud un progreso y una mejora en las condiciones de salud de la población general.
La estrategia de Atención Primaria la podríamos resumir en cinco áreas:
1. Controla los diversos factores de riesgo.
2. Destaca la importancia del autocuidado y la atención en salud.
3. Destaca la importancia de la atención familiar.
4. No es desmedicalización.
5. Es deshospitalización
El desarrollo de la APS (Atención Primaria en Salud) se ha asentado sobre algunas actuaciones clave:
· Educación sobre los problemas prioritarios
· Promoción de suministros de alimentos y nutrición adecuada
· Abastecimiento de agua potable y saneamiento básico
· Asistencia materno infantil con inclusión de planificación familia
· Inmunización contra las principales enfermedades infecciosas
· Prevención y lucha contra las enfermedades endémicas locales
· Tratamiento apropiado de enfermedades y traumatismos comunes
· Suministro de medicamentos esenciales
Esto que parece tan básico en nuestro contexto europeo no es así si miramos a otros países de este mundo “globalizado”.
A nadie se le escapa que en esta estrategia una pieza clave ha sido y es el Médico de Familia, sobre cual se ha hecho pivotar el desarrollo de esta estrategia. Pero esta figura se hubiera quedado aislada sino se hubieran introducido conceptos como el trabajo interdisciplinar y el “equipo de atención primaria” que desde el modelo “hospitalario” estaban bastante olvidados. Por eso a mi modo de ver es más fácil para los profesionales de la atención primaria incorporar un modelo de trabajo interdisciplinar que para los profesionales (ya sean médicos o enfermeras) que vienen del mundo hospitalario.
Como médico que soy me centraré en el perfil de este médico de familia, sin por ello olvidar que éste es miembro de un equipo.
El médico de familia (clásico médico de cabecera) tiene un importante papel en el cuidado del enfermo en fase terminal y de su familia por ser este profesional el recurso natural de ayuda de estos pacientes y el contacto con ellos a lo largo de los años le ha posibilitado un conocimiento de la realidad del enfermo y de su familia.
Este médico sustenta su quehacer en unos principios que son pilares de su ejercicio profesional y que pueden representar para el paciente en fase terminal y su familia una oportunidad de recibir una atención de calidad en el final de la vida.
Compromiso con la persona, más que con la técnica, sexo u órgano afectado.
El médico tiene un compromiso holístico por la persona como un todo lo cual se conoce como enfoque holístico. Este cuidado integral debe ser entendido en dos dimensiones: A nivel de la persona, como ser bio-psico-social-espiritual, y en la dimensión de la persona como ser integral de una familia y perteneciente a una comunidad.
El seguimiento y cuidado de la persona, va más allá de la atención en el consultorio. Si es requerida, la atención se brinda en la casa, en el hospital, la escuela, el trabajo,...
Valoración del contexto y cultura de la persona.
El contexto sociocultural ha demostrado progresivamente el rol importante que tiene para los estados de salud, enfermedad, vida, muerte y las acciones que se toman en torno a los mismos.
Enfoque centrado en la familia.
Ya hemos comentado más arriba la importancia de la familia en la vida de cada persona. Puede ser fuente de soporte, si es funcional, pero genera tensión con angustia si es disfuncional.
Cada contacto es oportunidad de prevención y educación.
El médico tiene oportunidad de realizar 3 o 4 encuentros por año con cada miembro de la familia. Son oportunidades para el manejo de los aspectos de promoción, educativos, preventivos y de rehabilitación.
Enfoque de riesgo.
El enfoque sistémico sitúa al médico en una posición privilegiada para valorar el riesgo; el médico con una visión sistémica debe ser un puente entre el individuo y la comunidad, teniendo en cuenta a la familia como núcleo de atención. Este enfoque trasciende la atención en el consultorio.
Médico como recurso
El médico por sí mismo, y como parte del equipo de salud, es un recurso. Es importante que identifique los otros recursos formales y no formales, las redes de soporte social, para dinamizar y liderar las diferentes actividades.
Conocimiento de si mismo.
La medicina como ciencia y como arte tiene aspectos objetivos y subjetivos. Es fundamental que el médico adquiera un mayor y más profundo conocimiento de sí mismo, de sus fortalezas y de sus debilidades, al igual de los facilitantes y limitantes que posee, para establecer comunicación, para evitar que sus sentimientos y valores, lo lleven a establecer juicios que contaminen la atención cálida, respetuosa y honesta que debe brindar a la persona.
El médico como gerente de recursos.
Debido a la oportunidad y responsabilidad como médico de primer contacto, el manejo e recursos es esencial. Los recursos varían en cada lugar y, por tanto, el médico debe ser eficiente y conservar el equilibrio costo – beneficio – efectividad apropiado, con excelente calidad. Debiendo ser consciente del momento y situación en que debe interconsultar.
En este blog queremos recoger las comunicaciones, experiencias, reflexiones de todos aquellos que nos dedicamos a cuidar a las personas en el final de la vida.
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1 comentario:
muy bien desarrollado el tema, me gustaria saber la diferencia entre desinstitucionalizacion y deshospitalizacion- muchas gracias! cynthia
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